Los contratos que se hacen entre la empresa y el propietario pueden tener multitud de cláusulas como por ejemplo, los kilómetros recorridos, las zonas de acción, etc.
Estos agentes que viajan por toda la ciudad sin respetar zonas de acción ni cuadrantes, son verdaderos delincuentes que nada tienen que envidiar de mareros y crimen organizado.