Las consecuencias ambientales son de corto plazo: contaminación de aguas subterráneas y superficiales y activación de fallas geológicas que originan movimientos sísmicos.
El volcanismo y la acción de las aguas subterráneas que se infiltran en el subsuelo, explican la presencia de tan alta concentración de recursos minerales.
Se dice, por ejemplo, que puede contaminar aguas subterráneas, provocar microsismos y hasta aumentar la incidencia de tumores o enfermedades neurológicas.