Llamó a un fedayin, y le mandó que se tirara de la muralla, para demostrarle a ese gran líder cuan disciplinados, sacrificados y valientes eran sus soldados.
Cuenta la leyenda que este personaje se le apareció a un empleado de la fábrica, lo que provocó que el asustado hombre tirara su cigarro encendido y quemara la jabonera.