Hacia abajo, aparece nuestra doble punta, completamente erecta y coronada por glaciares: por su derecha, hay una cresta de roquedos ásperos y estriados por los que espero que podamos subir.
Nuestras ancestras descubrieron que la posición en cuclillas o semi-erecta era el modo más inteligente para garantizar el nacimiento exitoso de sus crías.