Todos hemos visto algunos emails en los que se aprecian dispositivos de radar camuflados, en cubos de basura, puertas traseras de otros vehículos, balizas o, incluso, en los quitamiedos.
Se oye otra vez la motocicleta: un coche detrás: luego, como si un cuerpo enorme se introdujese en la casa desquiciando sin rumor puertas y descuajando tabiques.
Yo he conocido a una muy buena señora en cuya casa ocurrían fenómenos extraños de telequinesia: puertas cerradas, se abrían violentamente, pequeños objetos rodaban sin que nadie aparentemente los moviese.