Frecuentemente experimenta ataques de terror y de depresión nerviosa, presentando tendencia a la vociferación, los alaridos y la agresividad, con accesos de furia, alucinaciones visuales y auditivas, babas y delirio.
Una constante apatía, un cansancio gradual de su persona y frecuentes, aunque transitorios, accesos de carácter parcialmente cataléptico eran el habitual diagnóstico.
Los graderíos de espectadores deberán estar divididos al menos en cuatro sectores, cada uno con sus propios accesos, aseos de publico y otros servicios.