Se trata de cuadernos hechos a base de materiales reciclados, con opción de cubiertas flexibles y además con hojas troqueladas para poder desprender las fácilmente.
En la boca aparecen vesículas que al poco tiempo se rompen, dejando erosiones dolorosas cubiertas por una membrana fibrinosa amarillenta, rodeadas por un halo eritematoso.