Un termómetro para controlar la temperatura del refrigerador y congelador, puede ser una buena herramienta para ajustar la potencia frigorífica en relación con la carga.
La mayor eficiencia aerodinámica de este modelos se muestra crucial, al igual que su menor necesidad de potencia frigorífica para aclimatar el habitáculo.
Si tenemos en cuenta sus reducidas dimensiones, unos milímetros escasos, una sola célula puede alcanzar, como máximo una potencia frigorífica de 0,5 watts.