Evitemos la igualdad de las personas: no somos iguales porque, justamente, somos todos individuos, vos y también yo, cada uno con sus distintas potencialidades.
La particularidad, entonces, no es el crecimiento exponencial y sostenido, ni sus características demográficas; tampoco su potencialidad como medio de comunicación.
Al finalizar el desarrollo embrionario algunas células conservan potencialidad evolutiva, forman parte del tejido al cual pueden dar origen y son multipotentes.