Esto da lugar a un dilema: toda emisión de radiación ocurre o en forma básicamente isotrópica (lambertiana) o en haces paralelos (colimada, aunque tal vez imperfectamente).
Sus películas refulgen en esos espacios y tiempos subjetivos que los personajes construyen desesperadamente para sobrevivir; universos paralelos a lo que se padece como realidad.