Estableció tronos en gloria, miríadas innumerables en los cuatro eones que lo rodean, miríadas innumerables, potencias y glorias 55 e incorruptibilidades.
Ésta, llena de ira y deseos de venganza, rasga las vestiduras de Psique y le encomienda tareas imposibles como clasificar miríadas de semillas distintas.
Era un espectáculo tan soberbio, que las miríadas de cigarras que estremecían el aire con su ruido ensordecedor parecían gritar de entusiasmo y admiración.