Entre las imágenes podemos observar a un sufista dentro de una ola, una burbuja antes de reventar, una mujer antes de entrar de clavado en una piscina, entre otras.
Ser ventajero empujó hacia delitos que ya no eran de poca monta: muchos se vanagloriaron de reventar tarjetas de crédito ajenas, pinchar teléfonos y clavar garantes.