Durante mucho tiempo, el inflacionismo se volvió el estandarte de los gobiernos de occidente, sin sospechar que en los años 70 se llegaría al temido problema de la estanflación.
El mercurio es particularmente temido por su elevada toxicidad de alguno de sus derivados que, además, debido a su escasa biodegradabilidad se concentra en los seres vivos.