Luego de fracasar en su intento de inundar al núcleo, los soviéticos decidieron cubrirlo con materiales absorbentes de neutrones y rayos gamma (plomo, sustancias boradas, arena, arcilla, dolomita).
Las primeras herramientas se denominaron herramientas de neutrón-rayos gamma ya que el detector medía los rayos gamma emitidos en el momento de la captura.
Sólo ellas tienen las altas energías necesarias (como por ejemplo los rayos gamma y los electrones a altas velocidades acelerados en enormes campos electomagnéticos estelares).