Los rayos catódicos se componían de pequeñas partículas, todas iguales, dotadas de una carga eléctrica, que luego, a partir de 1890 fueron llamadas electrones.
El equipo electrónico contiene sustancias peligrosas en los tubos de rayos catódicos, paneles de alambres, interruptores de mercurio, retransmisores (relays), sensores, capacitores, transformadores y armazones.