Unas tiernas, con encajes y traje de organdí; otras mansas, pero con poderosos músculos ventrales; o pavorosas, preñadas de espanto, amigas de la muerte.
Dan los tigres y leones en las ovejas mansas y desbarrigan y matan a espada tantos, que se pararon a descansar: tantos eran los que habían hecho pedazos.