Atentamente, vuestro afectísimo, os necesita, este bloguero: un nómada que por el camino habla con las gentes, un ermitaño que le gusta recibir visitas, un incoherente solitario.
Ensaye usted el procedimiento, si gusta; nada conseguirá, puesto que no tengo bienes a mi nombre y siempre será una ofensa más que no olvidará su afectísimo.