Es posible concebir una situación en la que ningún agente tenga preferencias discriminatorias, pero sin embargo estas preferencias correctas no sean de conocimiento común.
En realidad, la tensión fundamental que las mueve es la que existe entre los intereses o preferencias más o menos acomodables entre ellos de los diferentes sujetos o grupos sociales.
Las diferencias en lo tocante a clima, materiales disponibles, preferencias y prácticas culturales y capacidad financiera fuerzan a establecer normas distintas para cada país.