Un bebé nacido por vía cesariana, puede que sea menos acorazado que otro, si pertenece a un medio cultural susceptible de compensar rápidamente ciertas frustraciones.
Autocentrados, esclavizados a un yo hipertrófico y caprichoso orbitamos sobre nuestros propios deseos, nuestras frustraciones, nuestra manifiesta inadaptación al mundo real.
Los altibajos, frustraciones, dificultades, sinsabores y errores, son inevitables y en la mejor de las vidas todo eso asoma en distintas dosis y circunstancias.