Los cuidadores profesionales favorecen el modelo experto o médico-rehabilitador, mientras que los asesores de discapacidad quieren enfoques de autodirección o autogestión y autoayuda que promueven la autodeterminación.
Lamentablemente, desbarranca cuando pasa a detallar tres de esos temas ofreciendo enfoques que, lejos de aportar a ese objetivo, conspiran seriamente en su contra.