Gente que decepcionada por el juego de los bóvidos y empapada por el diluvión cortito pero intenso que cayó, recuerdo poco, muy poco, poquísimo grato tuvo de la función.
Tal vez una sociedad decepcionada, perpleja, zaherida por una renuente crisis de valores, tienda así a convertirse en una sociedad ennoblecida por su propio esfuerzo regenerador, concluyó el escritor.?