Este proceso de quiropraxia, unido al calor infrarrojo consigue que nuestros órganos reciban del sistema nervioso central las órdenes que permitan un mejor funcionamiento de los mismos.
La borreliosis puede generar problemas en el sistema neurológico, el corazón o las articulaciones, mientras que la encefalitis centroeuropea puede dañar el sistema nervioso central.
Suponemos que el mecanismo a través del cual se intercambian los iones que determinan la conductibilidad o no en el sistema nervioso central se encuentra trastornado.