Es posible reducirlo a su calidad de objeto, para describir en él las disposiciones fonemáticas, las aliteraciones, las anormalidades, la ruptura de códigos, las malformaciones sintácticas.
En este planteamiento general puede encontrarse el planteamiento intelectual que permita una historización del universo, hasta reducirlo, retrospectivamente, a la fuerza originaria e inanalizable que lo constituyó.