Además de tomar todos los recaudos en proteger a nuestra embarcación con ánodos debemos controlar que el mismo no esté sometido a la corrosión electrolítica.
La forma más práctica de determinar si una batería se encuentra descargada o cargada es midiendo la densidad de la solución electrolítica con un densímetro.
En la etapa posterior se destila el mercurio dejando atrás el oro puro, éste del mismo modo se recupera de los lodos anódicos por purificación electrolítica del cobre.
A este proceso, en el que a un cuerpo de metal se le recubre con una capa metálica electrolítica, con fines protectores u ornamentales, se le llama galvanostegia.