Dicho coro, desatado desde las reales cúspides del poder a trasmano, no cesa de repetir los monótonos estribillos de bondades inminentes que se obtendrán al concluir las reformas.
Antes al contrario, hubiese desatado la desaprobación y un desprecio difícil de digerir para un staff curial preocupado tan sólo por su supervivencia en un mundo hostil.