El público no se ha dejado influir ni atarantar por la férrea resistencia valorativa de la crítica literaria, tanto la que se practica en la academia y en los medios.
No me apasiona la crítica literaria, al menos no como se suele entender en nuestro campo literario - - comentario de novedades, lectura cercana de textos, arrobo ante lo literario.
Porque me parece que la crítica literaria está llegando a extremos tales de ilegibilidad que deberían existir revistas especializadas en descifrar esos estudios.