Cuántas concepciones del monstruo: reflexiones estudiadamente académicas, chistes en torno de la deformidad, operaciones de difamación, alegatos nihilistas o exhibidos en su pretendida iluminación.
Cuentan que las acuarelas le duraban tres días y los embadurnamientos eran tremendos, luego descubrió la magia de las caricuturas y les fue incorporando algunos chistes.
Chistes fáciles y descerebrados, bizarreadas que en vez de resultar graciosas sólo hacen sonrojar al espectador que siente vergüenza ajena de lo que está sucediendo en pantalla.