Si usted pasea por un desguace, puede observar tornillos, tuercas, y trocitos de plástico o cristal, la mayoría de ellos esparcidos, algunos amontonados, otros encajonados.
Estregando el suelo, estas corrientes atmosféricas alzarían muchas toneladas de finas partículas de las minas de tajo abierto y sus desechos amontonados.
Y es que desde la gradería del frente, donde estaban amontonados todos los aficionados a ritmo de algazara y alaridos, desde el frenesí, el santiaguero se veía difuso, impreciso.