Es difícil de imaginar qué benericio podría obtener un negocio de páginas de diagramas crípticos sobre propiedades confusas de un sistema pobremente comprendido.
Si, mi discernimiento es torpe, al punto que a veces las decisiones que he tomado son errátiles, confusas, poco ajustadas a la situación a la que están vinculadas.
Sonidos de engranajes y fierros, de calderas susurrantes, también voces apagadas y confusas que rebotan en el arco que atravesamos sin entender demasiado.