Muchos candidatos ponen demasiada información en sus currículum vítae, como por ejemplo una larga lista de tareas de rutina realizadas en puestos anteriores o intereses extralaborales.
Los trabajadores pueden servirse de ella para la creación de actividades extralaborales, culturales, de ocio, deportivas... que potencien su dimensión humana y actúan como un factor integrador decisivo.
El tiempo extralaboral y de descanso es llenado por una variedad de actividades compulsivas que no le permiten el reencuentro con sí mismo y con los otros.