Los prejuicios casticistas (recordemos sobre todo los estatutos de limpieza de sangre) y el desprecio por el trabajo fueron los factores fundamentales para tal situación.
Los estatutos no pueden suprimir ni restringir la revocabilidad de la designación, pero el administrador designado en el acto constitutivo, tendrá derecho a resarcimiento cuando fuere excluido sin justa causa.
Oligarcas separatistas hicieron aprobar estatutos autonómicos, por los que los prefectos se convierten en gobernadores, con policía propia y tuición sobre tierras y recursos naturales.