La villa, de calles tortuosas y empinadas, está rodeada por una línea de murallas defensivas en cuyas esquinas se abren baluartes, matacanes y garitas.
Desde las tortuosas trepanaciones craneanas usadas en el neolítico hasta las craneotomias usadas en nuestros tiempos, las perforaciones de cráneos continúan vigentes, siempre con fines médicos.