Durante el invierno, disminuye la disponibilidad de hierbas y pastos, por lo que su alimentación se hace arbustiva consumiendo especies como maqui, maitén, roble, baccharis sp, además de quinchamalí.
En general pueden ser apropiados para la implantación de pastos o cultivos permanentes previa utilización de sistemas de manejo y prácticas agronómicas adecuadas.