Los senadores quieren ser reelectos, los ministros pretenden acumular recursos presupuestarios, los secretarios quieren ser ministros, los punteros ampliar sus redes clientelares, etc..
El parlamento estará más implicado en la adopción de textos legislativos en codecisión con el consejo de ministros, habiéndose doblado la lista de estas materias.
Que rápido se deshicieron de sus credenciales democráticas los flamantes ministros y asesores caviares, aquellos que un día lavaban banderas contra el fujimorismo.