Lo que permite una desescalada, no parcial (acuerdo), sino sostenible en el tiempo es atacar el epicentro del conflicto, es decir, transformar las causas que lo originan.
Pero por lo general, el bloqueo de la resolución recae en el perdedor, que es demasiado orgulloso o terco para hacer la apropiada desescalada en el nivel superior.