Se dicen de izquierdas y otros eufemismos, pero son realmente totalitarios, no aceptan el librepensamiento y jamás tragaron a los demócratas, aunque ellos parasitan en democracia.
Este sólido desastre de política externa se ha mantenido sin cambiar un adarme durante las últimas 11 administraciones norteamericanas; seis republicanas y cinco demócratas.