Se inventariaron todas las existencias y 70 plantas de producción de armas químicas fueron desactivadas, destruidas o reconvertidas para fines pacíficos.
La electrofisiología, combinada con farmacología (manipulación de las sustancias químicas que hay en el sistema nervioso), permiten conocer los mecanismos que subyacen a la transición despierto-dormido.
Sin embargo, pueden sufrir procesos tales como volatilización, fotoxidación, oxidaciones químicas, bioacumulación, adsorción y adhesión a la matriz del suelo.
La forma principal de degradación natural es la volatilización que permita transformaciones posteriores en la atmósfera a sustancias químicas menos tóxicas.