Por su parte, la descomposición de la materia orgánica en inorgánica es llevada a cabo principalmente por los microorganismos heterótrofos o saprófagos.
Los organismos descomponedores son principalmente hongos y bacterias que descomponen los restos de animales y vegetales hasta convertir los en materia inorgánica.
Por ello, una sociedad perfectamente autoconsciente exigiría una ciencia natural consumada, tanto de la naturaleza orgánica del hombre como de su naturaleza inorgánica.
Su déficit en forma inorgánica trae como consecuencia una desmineralización de los huesos, crecimiento escaso en la infancia, raquitismo y osteomalacia.