Los centros educacionales presentan problemas de plomería, tupición, puertas rotas, falta de pintura, entre otros que hace que la estancia de los alumnos no sea nada agradable.
A lo anterior se suman las tupiciones, ventanas rotas, sin puertas, techos en mal estado, sin agua; en fin, centros donde una persona quisiera estar el menor tiempo posible.
Por suerte vá surgiendo una generación que no tiene tales defectos de tupición, ya que la nueva tecnología poco a poco se ha abierto paso entre la juventud.