Quién presentaba un gentleman de hoy, con una sastrería que mostraba trajes sobrios entallados de cortes limpios y pantalones tobilleros que daban una esbeltez magnífica a cada modelo.
Las interesadas en este deporte, no duden en acercarse, no es mucho lo que se necesita, a más de una indumentaria apropiada, protectores bucales y tobilleras.
Después llegarían los náuticos, pero alguien pensó que aquello sudaba demasiado y, afortunadamente, inventó los calcetines tobilleros, que no se ven pero están.