Advertimos que, en realidad, en los bienes humanos no se establece una división bipartita - necesarios y superfluos - sino cuádruple: necesarios, convenientes, superfluos o nocivos.
Se recortan la educación, la investigación básica, la innovación y el emprendimiento porque nuestra clase política los considera superfluos, suntuarios.
Y como el resto de las instituciones, padecen ineficacia, ineficiencia, burocratismo, gestión opaca, multiplicación de entes superfluos y problemas de escala entre la elefantiasis y el minifundismo.
Cada quien tiene sus motivos pero si no se penaliza la recirculación los motivos de algunos pueden ser para otros realmente superfluos como por ej estar quemado...