Abuelitos que buscan novia, niños repipi que cuentan chistes y muchachas que hacen copla luciendo faralaes y batitas de cola rociera se muestran a diario como ejemplos de lo andaluz.
Porque ahora todos creemos que los chavales odiosos y repipis son tan ignorantes como nosotros, pero, claro, como tienen pinganillo, pues parecen más listos.