Aliviada de su desmesura fantasmona, la tesis paciana (y surrealista) de que la poesía puede cambiar radicalmente al hombre, sugiere una noción no indigna de ser tenida en cuenta.
Lenin vuelve a escribir acerca del taylorismo en abril de 1918, esto es, en un contexto radicalmente distinto, puesto que los bolcheviques se habían hecho con el poder político.