Fabulosa contradicción: el quíntuple mastodóntico aparece hoy como emblema de la creación a contracorriente, enfrentada a la industria y sus servidumbres.
Que cuando realmente me enamorara, tendría todo eso que acabo de mencionar al quíntuple, con unas dosis tan injustificables de impotencia que nadie podrá explicar.