Alejada de los habituales chulapos enfundados en sus robots omnipotentes, los protagonistas eran currelas, gente normal, con sus historias, sus miserias, polis de barrio con robots como herramienta de trabajo.
Aunque la palabra política está íntimamente vinculada con la ciudad (polis), la política en sentido moderno, en tanto efectuación radical de la democracia, está íntimamente vinculada con el pueblo.