Por lo dicho anteriormente, el orden mundial puede caer fácilmente en el desorden mundial, en tanto los poderosos persistan en el camino de la expoliación.
Provocaban a los burgueses y al poder, pero siempre acababan apareciendo burgueses y poderosos que pagaban millonadas por sus obras y les daban publicidad.
Las proteínas cadavéricas, al ser atacadas por estos microbios se biodegradan y transforman en poderosos venenos (amoníaco, putrescina, cadaverina, histamina, tiramina, y muchos otros).