De ahí que en este piso encontremos auténticas maravillas decorativas antiguas que combinan a la perfección con este espacio luminoso, amplio y funcional.
Buena parte del azoramiento actual proviene de la incongruencia entre la perfección de nuestras ideas sobre los fenómenos físicos y el retraso escandaloso de las ciencias morales.
Un cello, una guitarra acústica, una tarola y dos voces que se amalgaman a la perfección y en el momento justo son más que suficientes para componer esta belleza.