Así, esos pocos compatriotas, obnubilados por sus propias equivocaciones, nos mantienen zambullidos en el mar sin fondo de la impotencia, la desesperanza y la insensatez.
Por lo tanto se puede dar en obsesivos, paranoides, depresivos, etc, que tras un período de obcecación tienen una reacción de ofuscación que los obnubila.