Construcciones que durante años amenazaron con aplastar a los transeúntes, caen ahora bajo los martillazos de los zapadores, elevados por inmensas grúas.
El mismo principio podría aplicarse para detectar escrituras más antiguas, así que, al menos en teoría, sí hay diferencias entre cada par de martillazos.
La medicina actual mata moscas a martillazos y no siempre muere la mosca, aunque eso si siempre rompemos la mesa de cristal (dañinos efectos secundarios).