Algún autor habla de una mezcla a base de yeso, harina de habas, sulfato de calcio y albayalde, aunque el resultado final era más bien el de oscurecer la piel.
Y cuando uno de nuestros compañeros preguntó por el cariñitu, lo que nos supo dar fue un solo plato de choclos, motes, mellocos y habas, con dos tenedores.